Ilustración: Kurt Zahn
Envenenando el río
La ciencia no es simplemente un conjunto antojadizo de métodos usados para lograr un objetivo cualquiera; la ciencia y el método científico separan ideas de realidad, fantasía de lo concreto. No exageramos, usando correctamente la ciencia, haciendo las preguntas correctas, y respondiendo con los métodos correctos se podría discernir la paja del trigo.
Lamentablemente, habiendo suficiente motivación, la gente hace mal uso de las herramientas. Y a veces no por desconocimiento, sino a propósito para lograr un objetivo.
La ciencia no se corrompe, pero algunos científicos sí: aceptar sobornos, falsear datos, o interpretarlos de forma sesgada para un interés particular usando a la ciencia como pantalla es ensuciar (a ojos de la población afectada) al concepto ciencia. Es el equivalente a querer matar una rata para mi beneficio envenenando todo un río.
Quis custodiet ipsos custodes?
Todo esto se vuelve palpable (y terrorífico) cuando las personas que cometen estas faltas éticas son, nada más ni nada menos, que los mismos encargados de ayudar a discernir entre lo que es cierto de lo que es falso. En el caso de las ciencias biomédicas y de la salud, entre lo que saludable y lo que es dañino. Y es precisamente esto lo que pareciera haber ocurrido con algunos científicos y la industria del azúcar.
Ciencia envenenada: La corrupción más profunda.
Comienzan a aparecer informes que indican que, durante la década de los 60, la industria del azúcar reclutó a científicos para ayudar a instalar un mensaje claro, pero malintencionado: «el azúcar no juega un rol relevante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares»(1). Mediante ese lobby, se generaron recomendaciones para balancear la dieta disminuyendo el aporte de grasas, pero no de azúcares, por medio de pagos a científicos que redactaron una revisión sistemática, minimizando a propósito el rol negativo del azúcar.
Por décadas la industria ha luchado para bloquear los mensajes negativos de efectos de salud del azúcar, y actualmente la industria alimentaria subvenciona o patrocina a muchos científicos e investigaciones, disminuyendo la confianza en la ciencia de la nutrición, lo que contribuye a la confusión de la población sobre qué recomendaciones son realmente basadas en evidencias robustas, y cuáles responden a intereses económicos de los investigadores y la industria.
Alianzas sospechosas: Gaseosas y Sociedades Científicas
En Chile, por ejemplo, y siguiendo el formato de Global Energy Balance Network en Estados Unidos, la empresa Coca-Cola ha logrado atravesar las barreras de la ética y el sentido común al insertarse en campañas mediáticas disfrazadas de campañas de salud pública, desestimando la importancia de la reducción en la ingesta de azúcar, llevando la discusión exclusivamente en torno al sedentarismo. Puesto de otra forma: Lo que estas empresas quieren meter en la cabeza es: No importa si come y bebe azúcar en exceso, lo único que importa es que haga suficiente actividad física para contrarrestarlo.
¿Entonces, la culpa es del que no hace ejercicio?
Existe bastante evidencia de que el sedentarismo es un factor de riesgo para desarrollar obesidad y diabetes mellitus tipo 2. Hasta ahí, perfecto, vamos por más esfuerzos destinados a disminuir su prevalencia, pero ¿a qué costo?, ¿podemos subirnos tranquilos a un carro que impulsa la disminución del sedentarismo, pero que cierra los ojos respecto del consumo de azúcar?
¿Podemos simplemente considerar como noble esta iniciativa, cuando existen serios conflictos de interés dados por el financiamiento de esta campaña por parte de la empresa que vende refrescos?.
No, y por una razón muy simple: Esta iniciativa desvía la atención de la ciudadanía sólo hacia el sedentarismo, dejando de lado el consumo de calorías en la cadena causal para el desarrollo de obesidad, diabetes y otras enfermedades no transmisibles (que son la principal causa de muerte en Chile y el resto del mundo (2)).
Y aquí lo más grave de este discurso (una forma de lavado de imagen sobre un conjunto de productos no saludables) sobre la exclusiva culpabilidad del sedentarismo: Es avalado por médicos, Colegios Profesionales y Sociedades Científicas, dejando de lado el aporte de estos productos en la prevalencia de obesidad y diabetes en la población, y por lo tanto, en enfermedades cardiovasculares y muerte.
Momento: ¿Médicos y científicos avalan esto?
Esta coalición forma un extraño círculo vicioso, donde un fabricante de bebidas gaseosas se alía con Sociedades Médicas para enfrentar el sedentarismo (pero sólo eso, ¿eh? ¿tenemos un trato?).
¿Se pregunta quienes participan en ésta coalición?
Se los presentamos:
•
Colegios Profesionales:
◦
Colegio Médico
◦
Colegio de Kinesiólogos
◦
Colegio de Nutricionistas
•
Sociedades Científicas:
◦
Asociación Chilena para el Estudio del Dolor
◦
Sociedad Chilena de Medicina del Trabajo
◦
Sociedad Chilena de Kinesiólogos del Deporte
◦
Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía
◦
Sociedad Chilena de Medicina del Deporte
◦
Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología
◦
Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias
◦
Sociedad Chilena de Reumatología
◦
Sociedad Chilena de Pediatría
◦
Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología
◦
Asociación Chilena de Nutrición Clínica
◦
Sociedad Chilena de Cardiología y Cirugía Cardiovascular
◦
Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile
¡Momento, debe haber un error! ¡No es posible que esta cantidad de sociedades y colegios profesionales apoyen este sinsentido! Debe haber algo, debe haber ciencia que respalde todo esto.
Para ayudarnos a encontrar la ciencia detrás de este apoyo, nos encontramos con que el sitio de la coalición exhibe 5 estudios como respaldo científico. Repetimos: CINCO ESTUDIOS. A continuación nuestro análisis sobre esta avalancha (?) de evidencia:
1.- Global physical activity levels: Surveillance Progress, pitfalls, and prospects (3)
Es un lindo paper sobre… vigilancia epidemiológica de la actividad física. Monitoreo de tendencias, cuestionarios e instrumentos validados y esas maravillas.
No invalida el aporte de la obesidad, de hecho esto aparece: «…la inactividad física se identificó como el cuarto factor de riesgo en las enfermedades no transmisibles, contabilizando más de 3 millones de muertes prevenibles…»
«Los principales factores de riesgo de mortalidad en el mundo son: hipertensión arterial, tabaquismo, hiperglicemia, sedentarismo y sobrepeso/obesidad»
En otro apartado agregan: «La carga de enfermedad combinada con los riesgos derivados de la dieta y la inactividad física en países de ingreso bajo y medio es similar a la causada por VIH/SIDA y Tuberculosis»
Es decir, la dieta SÍ ES UN FACTOR DE RIESGO.
BOOM
2.- Sedentary Time and Its Association With Risk for Disease Incidence, Mortality, and Hospitalization in Adults (4)
Es un metaanálisis sobre el sedentarismo y la asociación con incidencia de mortalidad por toda causa, mortalidad por cáncer, incidencia de enfermedad cardiovascular y de diabetes mellitus Tipo 2. No invalidan el aporte calórico de forma explícita, sólo que se concentraron en la relación entre el sedentarismo y los outcomes, lo que está bien.
3.- Geographical Variation in Health-Related Physical Fitness and Body Composition among Chilean 8th Graders: A Nationally Representative Cross-Sectional Study(5)
Estudio transversal para estimar prevalencias de estado cardio-respiratorio y músculo-esquelético, Índice de Masa Corporal y circunferencia abdominal en escolares de distintas regiones de Chile. El sobrepeso y obesidad son variables a estudiar, muy relevantes por lo demás.
La dieta malsana se explicita como un problema de salud pública, de hecho en las recomendaciones aparece:
«reducir el aporte de sal y azúcar e incrementarlo en frutas y vegetales en los programas de alimentación escolar»
Es decir, ¡¡el mismo artículo que citan recomienda la reducción de gaseosas azucaradas en las escuelas!!
BOOM 2
4.- Too Much Sitting and Chronic Disease Risk: Steps to Move the Science Forward(6).
Es la editorial donde hablan del Estudio 2 «Sedentary time (…)». Esta es una opinión de la editorial de la revista. No aporta conocimiento nuevo ni aporta a la toma de decisiones.
5.- Encuesta Global de Salud Estudiantil; Ministerio de Salud Chile; 2013. Global School-based Student Health Survey(7)
Es una encuesta de OMS para estudiar a adolescentes entre 13-17 años, donde el tema de la dieta malsana es tan relevante que una de las variables a estudiar es: «Porcentaje de estudiantes que usualmente consumen gaseosas una o más veces al día en los últimos 30 días»
BOOM 3
Como si todo este despliegue de ciencia y difusión a medias no fuera suficiente, en sus preguntas frecuentes aparece esta joya: «¿EL SEDENTARISMO ES LA PRINCIPAL CAUSA DE LA OBESIDAD?»
Un estudio publicado por el American Journal of Medicine, titulado Obesidad, Obesidad abdominal, Actividad física, e Ingesta Calórica en Estados Unidos, demostró que el estilo de vida sedentario es la principal causa del aumento en los índices de obesidad. Y por el contrario, descarta que la causa de sobrepeso sea el consumo de calorías».
Esta aseveración es grave, ya que instala en la población el mensaje que, sin importar cuántos refrescos azucarados se tomen al día, si hacen suficiente ejercicio todo estará bien y no tendrán que lidiar con obesidad o diabetes tipo 2.
«La actividad física puede proteger contra el aumento de peso y atenúa el incremento en el riesgo de mortalidad asociado a la obesidad. Sin embargo, un nivel ideal de actividad física no asegura por sí mismo un peso normal» «Nuestros resultados se basan en una serie de encuestas de corte transversal, y no en un estudio prospectivo de cohorte. Los resultados no sugieren que la ingesta calórica no es un determinante importante en la obesidad a nivel individual»
Lo que sí dice es:
«Las tendencias del Índice de Masa Corporal (IMC) y circunferencia abdominal se asociaron con el nivel de actividad física pero no con la ingesta calórica»
O sea que no encontraron asociación entre ingesta calórica e IMC, pero sí entre actividad física e IMC. Esto puede deberse a muchos factores, entre ellos las limitaciones que ellos mismos mencionan:
«no se realizó un seguimiento de cohorte prospectiva de los individuos, por lo que las asociaciones reportadas con la actividad física deben ser interpretadas con precaución. Aunque fueron medidas la estatura, el peso y la circunferencia abdominal, la ingesta calórica y la actividad física fueron autorreportadas, y analizamos ingesta calórica con una encuesta de memoria a 24 horas. La ingesta calórica puede estar sub-reportada y la actividad física sobreestimada»
Es interesante hacer una comparación con lo que, en su momento, fue una estrategia útil usada por las tabacaleras, al reclutar (Y PAGAR) a prestigiosos médicos para que sembraran dudas sobre los daños asociados al tabaquismo. Ya sabemos cómo terminó eso.
En una entrevista, el Dr. Fernando González(9), quien es uno de los fundadores de la Coalición MOVER en Chile, indica:«tomar Coca Cola no es malo, pero si tengo sobrepeso no puedo tomar Coca Cola normal sino que tengo que tomar Coca Cola light o Zero y hacer actividad física», comenta.
Pero los estudios en relación a las bebidas light o zero no son concluyentes. Algunos indican que podría ayudar a reducir el peso, pero en otros se ha evidenciado incremento de peso y de diabetes mellitus tipo 2 (10,11). En general las recomendaciones serias se enfocan en potenciar la ingesta de agua y, tal como lo indican las guías creadas por la Universidad de Harvard, considerar las bebidas de dieta sólo en consumo ocasional, no diario, para ayudar en la transición a una dieta más saludable (tal como un parche de nicotina puede ayudar a los fumadores).
En la entrevista el Dr. González también indica que las estrategias de etiquetado de alimentos y aumentar el impuesto a las bebidas azucaradas, a su juicio, no sirven.
Todo esto llega a ser grosero y evidencia qué ocurre cuando los especialistas ven nublado su juicio profesional, balanceando la brújula ética para proteger los intereses de la industria y no los de la población, brindando conclusiones y recomendaciones contrarias a la evidencia científica, tal como los científicos mojados por el azúcar.
Referencias
1.
Kearns CE, Schmidt LA, Glantz SA. Sugar Industry and Coronary Heart Disease Research: A Historical Analysis of Internal Industry Documents. JAMA Intern Med [Internet]. 12 de septiembre de 2016 [citado 20 de septiembre de 2016]; Disponible en: [archinte.jamanetwork.com]
2.
Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) y MINSAL, Indicadores Básicos de Salud Chile 2013, 2013.
3.
Hallal PC, Andersen LB, Bull FC, Guthold R, Haskell W, Ekelund U. Global physical activity levels: surveillance progress, pitfalls, and prospects. The Lancet. julio de 2012;380(9838):247–57.
4.
Biswas A, Oh PI, Faulkner GE, Bajaj RR, Silver MA, Mitchell MS, et al. Sedentary Time and Its Association With Risk for Disease Incidence, Mortality, and Hospitalization in Adults: A Systematic Review and Meta-analysis. Ann Intern Med. 20 de enero de 2015;162(2):123.
5.
Garber MD, Sajuria M, Lobelo F. Geographical Variation in Health-Related Physical Fitness and Body Composition among Chilean 8th Graders: A Nationally Representative Cross-Sectional Study. Arez AP, editor. PLoS ONE. 25 de septiembre de 2014;9(9):e108053.
6.
Lynch BM, Owen N. Too Much Sitting and Chronic Disease Risk: Steps to Move the Science Forward. Ann Intern Med. 20 de enero de 2015;162(2):146.
7.
World Health Organization. Global School-based Student Health Survey. Chile. 2013. Fact Sheet. [Internet]. 2013. Disponible en: [www.who.int]
8.
Ladabaum U, Mannalithara A, Myer PA, Singh G. Obesity, Abdominal Obesity, Physical Activity, and Caloric Intake in US Adults: 1988 to 2010. Am J Med. agosto de 2014;127(8):717–27.e12.
9.
Francisco Orellana. “Un gordito que hace actividad física es más sano que un flaco sedentario”. Más Liviano [Internet]. 25 de enero de 2016 [citado 20 de septiembre de 2016]; Disponible en: [www.masliviano.cl]
10.
Harvard School of Public Health. Artificial Sweeteners [Internet]. The Nutrition Source. Disponible en: [hsph.harvard.edu]
11.
Harvard School of Public Health. Healthy Beverage Guidelines [Internet]. The Nutrition Source. Disponible en: [hsph.harvard.edu]
Otros enlaces o noticias:
◦
◦
La Sociedad Chilena de Pediatría también ha salido a la luz pública Post Matasanos: Coca-cola y vínculo con sociedades científicas: potente amenaza contra la imagen y credibilidad de las instituciones [matasanos.org]
◦
◦
Professional Medical Organizations and Commercial Conflicts of Interest: Ethical Issues [ncbi.nlm.nih.gov]