A principio de semana nos topamos con las siguientes declaraciones por parte de un honorable diputado chileno con nombre y apellido germánico respecto a la importancia de las energías renovables y cómo serían inmediatamente eliminadas del Presupuesto ante un eventual mandato (JAJAJAJAJA).
Como en Etilmercurio somos 100% pro-energías renovables (nuestros servidores funcionan con hamsters veganos), preparamos un pequeño FactCheck sobre los dichos del voluptuoso teutón.
¿Cómo dice que dijo?
La frase exacta del hediondo culiao (quizás haya que cambiar eso) fue que “sacaría cascando” las energías renovables no tradicionales (hidráulica, la solar, la eólica y la de los océanos) porque “son carísimas y porque no tienen ningún impacto positivo en el clima”.
“Deja, yo cacho caleta” Fuente: Archivo The Clinic
HABER, vamos por parte.
Una simple búsqueda en su navegador favorito (pero no ese que arregla sus resultados) permite descartar inmediatamente la primera afirmación del Jamones. La generación de energía con fuentes renovables resulta más económica que las plantas existentes y nuevas que utilizan combustibles fósiles. Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), durante 2023, cerca del 96% de las nuevas plantas solares fotovoltaicas comerciales y eólicas terrestres presentaron costos de generación más bajos que las plantas generadoras de carbón y gas natural [1].
Mientras las energías renovables siguen abaratándose año tras año, los combustibles fósiles se encarecen. El precio del combustible, por ejemplo, se ha disparado en los últimos tres años, debido en parte al aumento del precio al por mayor y a la guerra de Ucrania.
Por otro lado, Chile carece de petróleo, gas natural y carbón. Importamos el 90% de los combustibles, situación que aumenta los costos de generación y los hace altamente vulnerables a las fluctuaciones de la economía global [2]. En contraste, la energía solar se convirtió en 2021 en la energía renovable más asequible de la historia, superando en costos al gas.
El precio de los módulos fotovoltaicos ha caído aproximadamente un 80% desde 2010. En los últimos 4 años, el costo de los paneles solares se redujo un 57% debido a los efectos pospandemia y los avances tecnológicos, lo que desde la perspectiva del proyecto completo, abarataría la construcción final en un 20% [3].
¿Y la contaminación?
La mayoría de las energías renovables son «libres de carbono»: no emiten CO₂ ni otros gases de efecto invernadero a la atmósfera, durante la etapa de generación. Por eso, y porque las energías renovables como la eólica y la solar son tan populares en el activismo climático, a veces se confunden los términos «energía renovable» y «energía libre de carbono». Pero no toda la energía renovable es libre de carbono, y no toda la energía libre de carbono es renovable.
Los biocarburantes y la bioenergía son renovables: podemos volver a cultivar plantas que quemamos para obtener combustible. Pero no están necesariamente libres de carbono. El crecimiento de las plantas absorbe CO₂; su combustión libera CO₂. El impacto total del CO₂ en la atmósfera depende de la sostenibilidad de la bioenergía producida.
La energía nuclear está libre de carbono: una central nuclear no emite CO₂ ni ningún otro gas de efecto invernadero. Pero no es renovable. Los reactores nucleares utilizan uranio, y si nos quedamos sin uranio, nunca podremos recuperarlo.
Volvamos a Chile y al contexto que nos reúne. Según el Informe de Novedades del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN), durante el primer trimestre de 2024 la generación eléctrica basada en ERNC alcanzó el 41% del total de la energía producida en Chile. Como consecuencia de este aumento, en marzo la generación con carbón se redujo un 5,32% y la de gas natural un 31%. En el acumulado del primer trimestre, comparado con 2023, el carbón disminuyó un 1,14% y el gas natural un 31,86% [4].
TODO: Agregar texto que indique que hay una disminución de CO₂ de la mano de la generación con ER.
En resumen
Chile no solo lidera la adopción de energías renovables en América Latina, sino que también está demostrando que estas tecnologías son efectivas tanto para mitigar el cambio climático como para reducir costos energéticos. Afirmar lo contrario, ignora los datos empíricos y el progreso del país en este campo.
Las energías renovables no son solo una opción, sino una necesidad imperativa para el desarrollo sostenible de Chile. Los datos presentados demuestran que son económicamente viables, técnicamente eficientes y ambientalmente beneficiosas. La transición energética ya está en marcha, y cualquier intento de frenarla no solo va en contra de la evidencia científica, sino también de los intereses económicos y ambientales del país.
Referencias
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